Mi nombre es José Luis Ordovás Blasco, nacido el 18 de diciembre de 1957 en la Clínica La Milagrosa de Madrid. Hijo de Manuel Ordovás de la Peña y Carmen Blasco Yagüe.
Empezaremos por los Ordovás.

Mi padre era Manuel Agustín Francisco Mateo y nació en la casa de sus padres (Santa Engracia 66 – 1º) en el Distrito de Chamberí (Madrid) a las 16:30 del día 23 de septiembre de 1912 y falleció en Madrid el día 5 de diciembre de 1965 a causa de una tuberculosis pulmonar. Sus padres Jesús María Ordovás Galvete, natural de Belchite (Zaragoza) y Cristina de la Peña Gómez, natural de Madrid (aparentemente el segundo apellido era Gómez de la Cerda, prima de los Duques de Medinaceli y por lo tanto descendientes de los Infantes de La Cerda, nietos de Alfonso X El Sabio)

Jesús María Ordovás Galvete nació a las cuatro de la mañana del día 16 de junio de 1882 en la calle Nueva número 11 de Belchite. Era nieto, por vía paterna de Lucio Ordovás (propietario) natural de Letux y de Bibiana Perún, natural también de Belchite y por línea materna de Francisco Galvete, natural de Huechaseca y Catalina Terrén, de Magallón
Sus padres, Agustín Ordovás Perún, natural de Belchite y Dolores Galvete Terrén, natural de Magallón (Zaragoza).
Agustín Ordovás Perún, en un principio, por las razones que fueran y fallecida su mujer se ordenó sacerdote y tiempo después fue nombrado Canónigo de la Catedral de Tenerife el 26 de junio de 1905, ya que
“En el seminario de Zaragoza cursó y probó tres años de Filosofía y otros tres de Teología, habiendo recibido el título de Bachiller en Artes en el Instituto provincial de dicha ciudad.
Previos los ejercicios de reválida en le Universidad de Valladolid, recibió en 8 de agosto de 1877 certificado de aptitud para ejercer la fe pública. Por Real Orden de 14 de diciembre de dicho año fue nombrado Escribano de Retenciones del Juzgado de primera instancia de Belchite, cargo que renunció en 3 de abril de 1880.
En 10 de dicho mes y año tomó posesión de la Secretaría del Ayuntamiento de Villamayor, cargo que desempeñó hasta el 30 de junio de 1881.
En marzo de 1882 fue nombrado secretario del juzgado de Magallón, cargo que desempeñó hasta julio de 1885.
En las Témporas de San Mateo de 1885 recibió el Sagrado Orden del Presbitariado.
En el concurso de méritos de la Diócesis de Zaragoza de 1887 obtuvo el emirato de Perdiguera, del que tomó posesión el 14 de febrero de 1888, habiendo regentado con anterioridad varias parroquias. En febrero de 1891 fue nombrado cura ecónomo de Montejo de la Sierra, cargo que estuvo hasta el 28 de abril de 1892. En noviembre de 1881 hizo concurso general que le fue aprobado y finalmente en 30 de abril de 1892 tomó posesión del cargo de Coadjutor primero de la Parroquia de Santa Cruz, de Madrid”
(Gaceta de Madrid, número 180 de 20 de junio de 1905).
Y en Madrid, fue confesor personal de la Marquesa Viuda de Manuel Ribadeneyra, de la imprenta que había en la Cuesta de San Vicente y del periódico ABC.
Está enterrado en la Sacramental de Santamaría – nicho 4º fila 528 sección 2.
Agustín tuvo un hijo; Jesús María Ordovás Galvete, nacido en Belchite (Zaragoza) el 16 de junio de 1882.
Según consta en su hoja de servicios, ingresa en el ejército el 1 de agosto de 1898 (con 16 años) como alumno del Cuerpo de Ingenieros, en 1902 asciende a segundo teniente de ingenieros por promoción, en 1905 Primer Teniente, en 1911, Capitán y en 1920 Comandante de Ingenieros por antigüedad.

En el curso 1924/1925, su hijo Manuel se examina por enseñanza no oficial de Bachillerato en Algeciras, dependiente de la Universidad de Sevilla. En los cursos 1922/23 y 1923/24 cursa los dos primeros años en el Instituto Nacional de 2ª Enseñanza de Guadalajara.
En 1931, estando destinado en Ceuta es destinado a prestar sus servicios en el Regimiento de Telégrafos siendo nombrado Jefe del detalle de la Escuela Práctica, prometió por su honor servir bien y fielmente a la República haciéndose cargo de la Jefatura de Instrucción y pasa a la situación de disponible forzoso trasladándose a Madrid y en esta situación se le concede la Pensión de la Cruz de la Orden de San Hermenegildo.
El 31 de julio de 1931, pasa a ser Comandante retirado extraordinario hasta que el 22 de febrero de 1941 reingresa como Comandante en la Escala Complementaria. (Durante este periodo asciende a Teniente Coronel -27/marzo/1932- y Coronel -8/marzo/1938).
Era además un excelente ingeniero y delineante, siendo varios años profesor de Topografía y Geodesia en la Escuela de Ingenieros de Guadalajara y miembro de los tribunales de acceso al cuerpo de Ingenieros. Inventó además un Cartógrafo automático de planos utilizando la fotogrametría estereoscópica.

Este invento tuvo sus controversias con la empresa suiza Kern llegando al punto que Jesús vendió las joyas y el piso de la familia y se trasladó a la oficina de patentes de Bruselas para intentar que no le fuese arrebatada su patente. Tras un largo proceso el invento se quedó como “Cartógrafo Ordovás-Kern”
Jesús tuvo 6 hijos: Manuel nacido el 21 de septiembre de 1912, Agustín el 21 de agosto 1915 y Carlos el 13 de diciembre de 1918, nacidos los dos en Madrid. Eduardo, nacido en mayo de 1919, Rafael nacido el 14 de octubre de 1920, María Cristina nacida el 3 de agosto de 1922, los tres nacidos en Guadalajara.

Cristina de la Peña Gómez, su mujer, nacida el 7 de enero de 1888 era hija de Manuel de la Peña Azcona, nacido el 5 de Abril de 1864 en Madrid (hijo a su vez de Francisco de la Peña y Gómez Marañón, natural de Carranza -1836- y Cristina Azcona Pérez natural de San Lorenzo -1834-, que contrajeron matrimonio el 9 de agosto de 1863 en San Lorenzo -Madrid- ) y de Gila Rosa Gómez (de la Cerda) Martín Donaire, nacida en Nambroca (Toledo).
Cristina Azcona Pérez contrajo matrimonio, una vez que su marido Francisco falleció a causa de una hepatitis crónica, con Cipriano del Fresno Carús, con el que no tuvo hijos.
Comentaba mi madre que era un tanto orgullosa de sus familiares (era familia de los Marqueses de Medinaceli) y de su apellido (De la Cerda) por lo que consideraba que era necesario comunicar la visita a su casa con anterioridad.
Además, era muy cafetera (al igual que su hijo Manuel, que se llevaba un termo de café al trabajo cuando estaba trabando en la Naval y lo acababa entero) tanto es así que un día pidió que le sirvieran un café bien cargado y … perdió el conocimiento de lo cargado que estaba. Sus últimos días los pasó en una residencia de mayores en la Calle Alfonso XI, casi esquina a Alcalá (frente a El Retiro).
Tenía un hermano, Francisco de la Peña Gómez (Peñita) que puso o intentó poner una óptica en la Calle Mayor de Madrid, pero su negocio fue absorbido (parece que en unas condiciones bastante dudosas) por un óptico de fama (Ulloa o Cottet).

Agustín y Manuel eran uña y carne. Siempre iban juntos a todos los sitios y ambos fueron detenidos por una denuncia de alguien “que obró de mala fe” según el juez en enero de 1937 acusados de espionaje y traición a la República, aunque confesaban que estaban afiliados a la CNT, cosa que no parece que sea cierta, ya que al menos Manuel consta como afiliado a la Falange y haber prestado servicios destacados en las Milicias Clandestinas de Madrid.
Cuando fue detenido Manuel, le trasladaron a la cárcel de San Antón y desde allí al juicio rápido. En este juicio, testificaron en su favor su tío Francisco de la Peña (que estaba afiliado a la UGT y vivía en la misma casa que Agustín y Manuel), varios vecinos y amigos y Manuela Ribadeneyra, viuda de Pi i Margall (pero no de Francisco, el presidente del Poder Ejecutivo de la Primera República, sino de su hermano Joaquín, grabador y dibujante, autor entre otras de unas Obras completas de Flaxman y la Divina Comedia de Dante (ejemplares que poseemos).
Se aportó además en el juicio una carta que avalaba su conducta moral y política del Partido Federal Pimargallano. Fue declarado inocente y liberado el 1 de abril de 1938.

El segundo juicio que tuvo (tuvieron) se celebró en torno al 11 de agosto de 1938. Una vez que fue liberado en su primer juicio por desafecto al Régimen le indicaron si quería trabajar para la República, a lo que contestó que sí por lo que fue destinado al batallón Auxiliar de Fortificaciones en Nuevo Baztán.
Le acusaron entonces de pasar a los insurrectos información y planos de la fortificación del destacamento de Nuevo Baztán por lo que fue trasladado a la prisión de San Lorenzo desde donde fue llevado al tribunal acusado de pertenecer a la Quinta Columna de la Falange Clandestina y de pasar la información antes expuesta.

Esto fue una torpeza más que tuvieron las autoridades republicanas porque era un gran delineante y topógrafo y le destinaron a las oficinas facilitando así su “trabajo”. Una vez descubierto le quitaron de las oficinas y le mandaron a picar.
Al finalizar la contienda, no quiso saber nada de política a pesar de que el presidente del tribunal que le juzgó vivía en el barrio según comentaba mi madre.
Carmen Blasco Yagüe nació en la calle Pignatelli de Zaragoza el día 9 de abril de 1915 y falleció en Madrid el 5 de julio de 2007 a causa de una caída en su domicilio en la calle de la Virgen de la Consolación 1-4º-1. Hija de Bernabé Blasco Yagüe y de Josefa Yagüe Arrué.
Bernabé Blasco Yagüe nació en Calatayud el día 11 de junio de 1888 a las 20 horas en la calle San Miguel nº 21, hijo de Juan Blasco García nacido en Sepúlveda (hoy de la Sierra) provincia de Soria, Guardia Civil destinado en Arcos de Jalón y de Cayetana Yagüe García nacida en Calatayud en el año 1866 y fallecida en Calatayud el 3 de febrero de 1952.
Era nieto por vía paterna de Juan Blasco, nacido en Sepúlveda (de la Sierra) y de Juana García natural de Sepúlveda (de la Sierra) provincia de Soria[1] y de Juana García natural de Estepa (de San Juan)[2] y por línea materna de Antonio Yagüe, natural de Acered[3] y Juana García, natural de Calatayud.
A pesar de que se tardó más de 2 meses en acudir (del 6 de junio al 2 de agosto) al Registro, se dictó una providencia para condonar la multa a la que debería haber sido condenado. ¿Por ser Guardia Civil?
Funcionario de prisiones desde 1925. En las oposiciones al cuerpo expuso un tema diferente al que le tocó porque no oía bien de uno de los oídos por lo que el tribunal le iba a suspender, pero el presidente del tribunal (el Conde de Carabias) dijo que lo que había expuesto estaba tan bien, demostraba tanta inteligencia que “este hombre va a dignificar al cuerpo”.
Estuvo destinado en las prisiones de (cronológicamente) La Almunia de Doña Godina, Calatayud, Teruel, Larrinaga[4], El Carmelo, Caspe y Calatayud.
Un manuscrito encontrado en Torrijo de la Cañada en la casa de un combatiente que consiguió sobrevivir al genocidio falangista dice que “El día 8 por la noche, a las 12 de la noche se presenta el capitán de la guardia civil D. Luis Parra en la prisión y con 2 camiones a por todos los presos políticos, y estaba D. Bernabé Blasco Yagüe, y al verlo y decirle que a qué venían, le dijo que de quién traía orden y no sé de quién diría, pero el jefe de dijo, “es poca orden esa y si no es de parte del Comandante Militar no sale nadie, que así tengo la orden”. Mientras el capitán se retiró con malos humos y el otro llamó a la Comandancia militar, y le contestaron felicitándolo por su (ILEGIBLE) y que no diese un preso si no era con la orden expresa en escrito del comandante militar. Así se salvó el compromiso de nuestra vida en aquella noche memorable de 8 de febrero de 1937”. Este episodio ocurrió al día siguiente de que la aviación republicana bombardease las posiciones de los sublevados y las señoras del Requeté local de Calatayud pusieron toda su gracia en pedir la cabeza de los presos como represalias al bombardeo.
Su bondad fue inmortalizada por Santiago Loren, que el su libro La Casa con Goteras dice:
» A la Cárcel de Calatayud da gusto mirarla. Es un bonito edificio blanco, de arquitectura alegre, que tiene por delante unos jardines públicos con bancos y rosales donde los niños juegan y los mayores contemplan el tráfico de la carretera y la vuelta de los rebaños a los apriscos …y también es cierto que, por los años de nuestra historia, la regía un hombre tan humanamente bueno que uno a veces se preguntaba por qué aquel hombre había elegido tal oficio y otras veces se respondía que no había oficio en el mundo en el que mejor hubiera brillado su buena ley. Era un hombre que de tarde en tarde hace Dios y luego rompe el molde, porque si hubiera muchos no sería ningún mérito ir al Cielo. »
(Santiago Lorén: Una casa con goteras. Editorial Planeta. Premio Planeta 1954)


En 1922 se le concedió la Cruz de Alfonso XII por haber dotado a la prisión de una biblioteca (inaugurada el 14 de junio de 1921) constituida en un principio por 500 libros (que posteriormente se irían sumando más por donaciones de organismos oficiales y particulares) y por haber repuesto la capilla de la prisión el 27 de abril de 1947, que en tiempos de la República habían hecho desaparecer los gobernantes (El Noticiero, 4 de mayo de 1947). Además, creó una Escuela y un Taller de preventivos, penados y libertos, habiéndose constituido un Patronato, contribuyendo para sufragar estas atenciones las Corporaciones Municipales del Partido Judicial y varios particulares.
También, en el momento de asumir la dirección de la prisión, comunicó a los presos su intención de delegar la administración de los suministros a los propios penados, de forma que deberían nombrar entre ellos a los Rancheros y el personal necesario para la administración.
Por otra parte, regularmente se acercaba a la fábrica de conservas Lazaya para “recoger” banastas de fruta para repartirla entre el personal. Para el reparto, contaba con la ayuda de sus hijas, que desde las ventanas del piso superior (su vivienda) les hacían llegar con una cuerda alimentos y otras cosas permitidas.
Bernabé era muy apreciado por los presos, tanto es así como que era afeitado por un peluquero condenado a muerte.
Josefa Yagüe Arrué nació en Calatayud a las 8 horas del día 31 de enero de 1888, hija de Mariano Yagüe Maluenda, nacido en 1860 en Calatayud y de profesión sorchante (Director del coro en los oficios divinos) y de Dolores Arrué Díaz nacida en 1864 también en Calatayud.

Era nieta por línea paterna de Hipólito Yagüe y de Felipa Maluenda (ambos de Calatayud) y por línea materna de Atilano Arrué, albañil y de Petra Díaz, ambos también de Calatayud.
Hipólito tenía un hermano llamado Leonardo que era Obispo (Dominico) de Filipinas (tiene una calle en Calatayud y un cuadro suyo en el salón de plenos del Ayuntamiento).
Al producirse el “desastre de Filipinas”, Leonardo decidió quedarse allí dado que estaba de acuerdo con los invasores. Le encargó a un sobrino suyo que trajese para España de su parte el anillo de Obispo, un mantón para Dolores y otras cosas, pero en el camino se quedó dormido en la cubierta del barco y le robaron el anillo. El mantón no pudieron robárselo porque lo había dejado en el camarote. Lo vendió años después una niñera de María Luisa (hija de Josefa) en Zaragoza.

Mariano Yagüe falleció relativamente pronto y se casó con Francisco Lázaro Francia.
Con Francisco Lázaro tuvo dos hijos, Jesús y José María Lázaro.
Se hizo cargo de las propiedades de Dolores y fundaron la fábrica de conservas Lazaya, (que hace mención a los apellidos Lázaro (de Francisco) y Yagüe (del anterior marido de Dolores Hipólito Yagüe).
Con posteridad, pagarían una cantidad (parece que 100.000 o 200.000 pesetas) a Josefa y sus hijas como compensación por las propiedades que eran en un principio del matrimonio Hipólito – Dolores.

Tuvieron tres hijas: Carmen, nacida el 9 de abril de 1915 en Zaragoza, Dolores, nacida en Calatayud el 3 de septiembre de 1921 en Calatayud y fallecida el 26 de mayo de 1948 en Calatayud y finalmente María Luisa que nació en Calatayud el 10 de septiembre de 1925. Fueron criadas con esmero y les dieron más estudios de lo que era habitual en esa época, comentaban que iban al colegio en calesa.
De las tres, su padre tenía un cariño especial hacia Carmen, quizá porque veía en ella una capacidad e inteligencia mayor. Carmen decía que se esforzó mucho en estudiar porque era más fea que sus hermanas y creía que nunca se casaría, que tenía que labrarse un futuro independiente. por lo que se volcó más en ella y fue la única que estudió más allá de los estudios primarios, que las tres los tuvieron.
Aprendió mecanografía, taquigrafía y francés a un nivel aceptable lo que le llevó a opositar a Auxiliar de oficinas y sus dependencias de la Dirección General de Seguridad en 1935 y las aprobó.
Por esas fechas llegaron a Calatayud legionarios junto con soldados italianos al mando del general Varela en el Casino General. Como el general no tenía personal, el notario Alberto de Velasco (que era comandante de Estado Mayor) le recomendó a la hija de Bernabé, a la que además le requisaron la máquina de escribir. Sin embargo, aceptó a trabajar sin suelto a condición de que, cuando terminara a su servicio, le devolviera la máquina.
La guerra le sorprende en Calatayud y en agosto de 1936 se ofrece voluntaria a las autoridades rebeldes en Zaragoza para prestar servicios gratuitos, siendo llamada para prestarlos como secretaria particular del General de la 52 División de Aragón Mariano Muñoz Castellanos (quito el Excmo. Sr. D. que consta en el certificado escrito en 9 de diciembre de 1940), teniendo que dejarlo cuando su padre fue destinado a Bilbao.
Cuando a su padre le destinaron al barco Altuna-Mendi amarrado en Bilbao para usarlo como cárcel de prisioneros, Carmen se fue y le dieron pases militares gratis hasta Casetas y de allí hasta Bilbao en un tren militar donde vendió la máquina de escribir.

Allí en Bilbao, en abril de 1937 se ofreció voluntaria para prestar servicio en la Jefatura Superior de Policía, siendo nombrada Auxiliar Honorario de la Autoridad, prestando servicios en la plantilla de Bilbao hasta que fue nombrada Auxiliar Interino en febrero de 1938 hasta noviembre de ese mismo año cuando paso aprestar servicio en la Jefatura del Servicio Nacional de Seguridad en Valladolid en la Sección 4ª “Antimarxismo”.
Según el certificado “Es de justicia testimoniar que en todo momento ha colaborado y desempeñado los servicios que se le han encomendado con el mayor celo, disciplina y patriotismo, poniendo de relieve su curiosidad inteligente y adhesión a la Gloriosa Causa Nacional”. Lo que no certifican es que utilizaba como mandiles los estandartes masones que incautaban.
En Bilbao, adjudicaron a la familia Blasco una vivienda que había sido expropiada a un vecino, con lo cual la situación para ellos era bastante desagradable: los miraban por la calle y la abuela Josefa se quejaba incluso hasta de las compras (no se vendía como ella estaba acostumbrada. Por ejemplo, las legumbres como las judías se vendían por unidades, no por peso).
Ante esta situación, Bernabé escribió una carta a la superioridad, expresando su deseo de volver a Calatayud y dispuso que Carmen viajaría a Madrid a entregarla y al embarcarse en tren hacia Madrid, Bernabé indicó al revisor la necesidad de cuidar de ella. Tomó el tren hacia Madrid, y en el camino, debido a la nieve pararon en la estación de Burgos y llevados a un motel donde se cruzó con soldados alemanes de la Legión Cóndor que iban hacia Gernika, ¡que eran más guaaaapooos!

Llevaba un certificado de haberse examinado de los tres ejercicios de la DGS Administrativa y le dieron un papel con un nombramiento del delegado de Orden Público. Sin embargo, el comisario no quería secretaria mujer porque había matado a su mujer al pillarla en la cama con otro.
Adolfo Aparicio la tomó como secretaria, era amigo de José Félix de Lequerica Erquiza y quiso llevársela con él a la embajada del régimen en Vichy, estado satélite de la Alemania nazi, que como embajador destacó por la persecución implacable a que sometió a los exiliados de la guerra en España y sin embargo participó activamente en la protección a los judíos de la Alemania Nazi. Su padre no la dejó y al poco tiempo detuvieron a Petain.

Ya en Madrid, conoció a Manolo en un té en el Hotel Palace cuando un primo suyo fue a sacarla a bailar.
Manuel entra a trabajar en la Factoría Nacional Bazán de Construcciones Militares en la Sección de Obras Civiles e Hidráulicas en El Ferrol (entonces del Caudillo) y contraen matrimonio el 22 de junio de 1942.
En esta época (1942) Manuel vive en la calle General Álvarez de Castro 15 y Carmen en la calle Leganitos 48. Contraen matrimonio el día 22 de junio de 1942 y trasladan el domicilio a la calle Montera 47-7º en un hostal (en la actualidad es el Hostal Go Inn Madrid).
Carmen asciende a Auxiliar de Oficinas de 2ª, solicitando el traslado voluntario a El Ferrol, donde nacen sus tres primeros hijos: Eduardo, Rafael y Jesús.

Cuando en agosto de 1950 Manuel cambia de trabajo y ficha por la Compañía de los Ferrocarriles Madrid-Zamora-Orense-Vigo (MZOV), Carmen pide la excedencia y se traslada con sus hijos a Calatayud hasta fines de 1954 que se trasladan todos otra vez juntos a Madrid.
Bernabé tenía una familia bastante amiga, los Esteve que eran familia de Juan José Pradera Ortega (muy guapo), falangista y embajador en Irlanda y éste le consiguió un traslado a la Comisaría de Ventas, viviendo en la calle Abascal esquina Fernández de la Hoz.
No es hasta el 9 de mayo de 1955 cuando compran el piso de la calle Virgen de la Consolación 1-4º-1 a la familia Banús, Isidro, Elvira, Dolores y José.
El piso cuesta en total 330.216 pesetas, de las cuales han de abonarse 197.041 al Instituto de crédito para la Reconstrucción Nacional 133.175 a la familia Banús. En este último caso abonan en 36.000 pesetas al contado y 97.175 pts. a 15 años.
Manuel fallece el 15 de diciembre de 1965 a las 17 horas a causa de una tuberculosis pulmonar que siempre se ha supuesto que adquirió en la prisión de Batán.
La tuberculosis era una enfermedad letal en aquellas épocas y Manuel participó en múltiples ensayos (incluso poniendo pulmones de plástico) hasta que ya después de su muerte y la de sus compañeros de ensayos dieron con las sulfamidas, remedio para la enfermedad.
A raíz de la enfermedad de Manuel, los hijos quedamos contagiados en mayor o menor medida. En mi caso, recuerdo acudir periódicamente al dispensario antituberculoso que estaba en la calle Goya, donde trabajaba también mi tía Cristina Ordovás, que era enfermera, enfermedad que fue superada en todos los casos. La enfermedad de Rafael, sin embargo, es lo suficientemente grave como para ser ingresado en el sanatorio de tuberculosos de la sierra de Madrid.
Una vez que falleció Manuel, se desplazan a vivir con nosotros la abuela Josefa y la tía María Luisa, que vivirán en la casa familiar hasta sus respectivos fallecimientos, Josefa el 27 de noviembre de 1978, Carmen el 5 de julio de 2007 y María Luisa el 17 de febrero de 2017.
Desde la muerte de Manolo, Carmen se dedica en cuerpo y alma al cuidado de sus hijos, sobre todo teniendo en cuenta la que han quedado afectados por la enfermedad de su padre (curiosamente, ella no se afectó, incluso durmiendo con él) y las edades en la que estaban (Eduardo tenía 22 años y yo 7, a tres días de cumplir los 8) y pese a las presiones por parte de algunos familiares, que pretendían que los hermanos mayores abandonaran los estudios y se pusieran a trabajar para ayudar al sostenimiento de la familia.
Pese a las adversidades, la familia sigue adelante y Carmen se empieza a resentir de su enfermedad (retinosis pigmentaria) y va perdiendo poco a poco la visión hasta que ya se jubila debido a esta circunstancia el 9 de abril de 1977 a los 62 años.
La jubilación, junto con su creciente ceguera los lleva bastante bien, habida cuenta de que se entretiene con deshacer y hacer jerséis (nos utilizaba a los pequeños para sostener las madejas de lana), coser (nos pedía que enhebrásemos las agujas) … pero sobre todo la bolsa. Compra y vende acciones obteniendo en ocasiones suculentos beneficios que repartía periódicamente entre todos los hijos a partes iguales. Tanto es así que, pocos días antes de morir recibió del BBVA un diploma de bróker.
Aprovecha también la jubilación para ayudar a cuidar a sus nietos Jorge y Arantxa a raíz del fallecimiento de su madre M.ª Carmen y el traslado de la familia al barrio desde Alcalá de Henares donde vivían.
Ya más mayor, pasa unos episodios de una cierta enajenación que se controlan hasta que un día, sufre una caída en casa provocándose un derrame cerebral y, trasladada a la Clínica N. ª Sra. de América fallece a los pocos días. En esta misma clínica fallecerá años después su hermana María Luisa.
[1] En la actualidad el pueblo se llama Sepúlveda de la Sierra.
[2] Hoy se llama Estepa de San Juan, también de la provincia de Soria y a 16,8 kilómetros al noreste de Sepúlveda de la Sierra.
[3] Está a 25,2 km de Calatayud en la comarca del río Jiloca
[4] Estaba detenido en la prisión de Calatayud un notario llamado Venavides que le pidió poder resolver algunos asuntos pendientes. Su suplente se trasladó a la prisión para ello y un comisario (José Coello de Portugal) denunció a Bernabé y como castigo fue destinado a esta prisión de Bilbao